Si eres amante de las escapadas a la montaña, te apasiona descubrir nuevas rutas de senderismo, aprovechas el verano para tomar el sol en la playa o disfrutas nadando y relajándote en la piscina, seguro que ya has comprobado lo cómodas que son las lentes de contacto y la sensación de libertad que proporcionan. Por eso, en la época estival se convierten en un elemento esencial si tienes defectos refractivos como miopía, hipermetropía o astigmatismo. No tienes por qué renunciar a ellas, ¡sino todo lo contrario! Eso sí, debes tener presente siempre los factores de riesgo por radiación solar y extremar las precauciones de higiene.
A continuación te ofrecemos los mejores consejos para que continúes usando lentes de contacto manteniendo una adecuada salud visual:
- Si tienes la oportunidad, opta por utilizar lentillas diarias, ya que las desecharás una vez te las quites al final del día y así evitarás posibles riesgos de infección. Esto es fundamental cuando te encuentras, por ejemplo, de acampada, en una casa rural, o en cualquier otro lugar donde puede que no tengas a mano todas las medidas higiénicas necesarias posibles.
- Mantén siempre las manos limpias. Cuando manipules las lentes de contacto tienes que asegurar que tus manos están completamente aseptizadas y secas, sobre todo si han estado en contacto con la arena, el cloro o la crema solar.
- Respeta su tiempo de uso. En términos generales no se recomienda llevar las lentillas durante más de 8 o 10 horas seguidas, o el tiempo que te indique tu profesional de la visión.
- Utiliza lágrimas artificiales cuando te encuentres en un entorno seco y/o caluroso para que el ojo esté lo suficientemente hidratado y no aparezcan molestias ni complicaciones.
- Trata tus lentes de contacto con su líquido de mantenimiento indicado. Nunca con agua o productos que no hayan sido diseñados para tal fin, ya que pueden podrían fomentar la aparición de contaminantes o bacterias que puedan causar infecciones oculares. Además, recuerda mantenerlo en zonas donde no se superen los 30º C, por lo que no es recomendable que dejes el portalentillas en la bolsa de la playa, en el maletero del coche o en otras zonas directamente expuestas al sol.
- No olvides usar gafas de buceo que cubra toda la zona, para que el ojo quede aislado totalmente del agua del mar o el cloro. De esta manera evitaremos inconvenientes como la posible aparición de conjuntivitis, irritaciones o enrojecimiento ocular. Aunque se recomienda no usar lentillas para nadar.
- Evita la exposición al sol de manera continua. Existen ciertos tramos horarios en los meses de verano (como las horas centrales del día entre las 12:00h y las 17:00h, aproximadamente) en los que los rayos solares tienen efectos más perjudiciales debido a la fuerte incidencia de sus rayos ultravioletas en la superficie, por lo que es fundamental permanecer debajo de la sombrilla entre dichas horas.
- Lentillas con protección ultravioleta. El sol no causa únicamente daños en la piel sino que tiene efectos nocivos para los ojos, por eso, el uso de lentillas con filtros bloqueadores de rayos ultravioleta en su material ayuda a mantenerlos protegidos. Combínalas también con unas gafas de sol homologadas y de calidad para que la protección sea total.
- No duermas con las lentillas puestas. ¿A quién no le apetece una siesta en verano? Sobre todo si ya estamos de vacaciones o tenemos un horario laboral intensivo de mañana y tenemos libre la tarde. Eso sí, recuerda quitarte tus lentes de contacto antes de dormir, a no ser que te lo haya indicado tu óptico-optometrista.
