Con la llegada del nuevo curso, no sin polémica e incertidumbre debido a la COVID-19, es muy importante que los jóvenes estudiantes se sientan cómodos para realizar todas las tareas académicas, en especial aquellos que sufren problemas visuales. En este sentido, el uso de lentes de contacto supone una gran ayuda en varios aspectos. ¿Quieres conocerlos?

Utilizar productos ópticos como las lentillas para compensar los defectos visuales es muy importante, debido a que, según estudios recientes, la miopía ha aumentado en niños menores de 8 años debido al uso diario del móvil. En este sentido, esta miopía precoz surgida en etapas primarias, aumenta la probabilidad de tener más dioptrías en el futuro y de desarrollar enfermedades oculares.

A continuación te mostramos una recopilación de los beneficios de que los niños y adolescentes usen lentes de contacto en el ámbito educativo:

  • Mejoran su campo visual, ya que no existen las limitaciones que pueden aparecer por las monturas de las gafas, aportan una mayor visión periférica y perciben los objetos a tamaño real. Esto les ayuda a no perder ningún detalle de todo lo que sucede en clase y contribuye a que el rendimiento escolar no se vea perjudicado por una deficiente visión que haga que no preste atención porque, por ejemplo, no vea lo escrito en la pizarra.
  • Son muy cómodas, por lo que permiten realizar cualquier tipo de actividad sin complicaciones y con total libertad de movimientos.

  • Aportan mayor seguridad a los niños, ya que no notarán que las llevan puestas y no sufrirán cambios estéticos en su rostro. El uso de las lentes de contacto no les afecta de manera negativa ni influirá en su autoestima.
  • En el caso de las lentes de contacto de desenfoque periférico, un estudio reciente destaca que su uso en niños podría retrasar la progresión de la miopía (de la que hablábamos anteriormente). Este hallazgo permitiría controlar la progresión de este defecto visual y recudir riesgos futuros de aparición de cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina, entre otros problemas oculares.

  • Fomentan su responsabilidad desde etapas tempranas y les proporcionan mayor autonomía. Para un uso óptimo deberán realizar las tareas adecuadas de limpieza, cuidados, mantenimiento y conservación.

  • Además, las lentes de contacto impulsan a mejorar los hábitos de higiene. Los jóvenes deben ser conscientes de la importancia de cuidar sus lentes de contacto, sobre todo en época de coronavirus en la que este tipo de medidas son esenciales para prevenir posibles contagios. Para ello deben crear una rutina en la que es fundamental lavarse las manos de manera óptima y extremar el cuidado en el mantenimiento de sus lentillas.

  • Pueden practicar deportes y ejercicios al aire libre disfrutando de una visión totalmente nítida y sin tener en cuenta las restricciones de las gafas.

  • Suponen un bajo coste económico y existen múltiples variedades, que hacen que pueda ser utilizada por niños y adolescentes con diferentes errores refractivos en la mayoría de graduaciones.

 

Debemos tener en cuenta que no existe una edad exacta para que los niños comiencen a utilizar lentes de contacto, lo fundamental es que sean responsables y conscientes de la importancia de cuidarlas y de mantener una higiene correcta de las mismas. De esta manera, podrán disfrutar de su día a día sin complicaciones, sin enrojecimiento ni malestar en sus ojos a la vez que participan de manera activa en clase junto con el resto de compañeros, sin que su rendimiento escolar se vea afectado por sus dificultades visuales.

 

Puedes ver información de los dos informes a los que se hacen referencia aquí (aumento de la miopía) y aquí (control del progreso de la miopía).