Todos conocemos las ventajas y beneficios de utilizar lentes de contacto para compensar los defectos refractivos de la visión: visión natural sin monturas, mayor campo visual, libertad de movimientos, comodidad…

Sin embargo, el grado de higiene que le dediquemos a su uso y mantenimiento tiene una especial importancia para proteger la visión. Si no extremamos el cuidado de las lentillas, estos beneficios se tornarán en contratiempos serios como es el caso de irritación, visión borrosa, escozor, ojos rojos, conjuntivitis… que, a largo plazo, podrían derivar en problemas visuales más graves.

En este sentido, te ofrecemos una serie de consejos para que puedas utilizar tus lentes de contacto de manera responsable con el mínimo riesgo posible y con una adecuada higiene visual:

  • Nunca utilices saliva o agua del grifo o embotellada para limpiar tus lentes de contacto. Usa siempre el líquido de mantenimiento recomendado.

  • Lávate muy bien las manos y sécatelas con toallas o papel que no dejen partículas antes de manipularlas.

  • A la hora de limpiarlas, vierte solución de mantenimiento dentro de ella y ve frotando en círculos suavemente desde el centro hacia sus extremos, hasta abarcar toda la superficie.
  • Nunca reutilices una solución de mantenimiento más tiempo del recomendado por el fabricante. De igual manera, tampoco mezcles unos líquidos con otros.

  • En playas o piscinas es preferible utilizar gafas a lentes de contacto para evitar que posibles partículas de arena o la acción del cloro en contacto con ellas puedan dar lugar a molestias e irritaciones oculares.
  • Si comienzas a notar molestias, sequedad ocular o sensación de algún cuerpo extraño en el ojo, lo ideal es que retires las lentes de contacto, lávalas adecuadamente y descansa un tiempo prudencial de su uso.
  • Cambia de estuche portalentillas periódicamente. Además, lávalos muy bien después de ponértelas y antes de quitártelas y no reutilices el líquido que ya ha estado en su interior.
  • Aunque haya estado toda la noche la lente de contacto en el líquido de mantenimiento, cuando vayas a colocártela por la mañana enjuágala de nuevo con la solución correspondiente.

Recuerda, si notas síntomas de irritación o molestias en la zona ocular acude al profesional sanitario de la visión con el objetivo de que te evalúe tu salud visual.

No lo dudes, extrema tu higiene ocular… ¡y usa lentillas!