Las lentes de contacto son como un traje a medida: lo mejor es encontrar aquel que mejor entalla y más favorece.
En función de las horas de uso al día, la frecuencia de uso a la semana, el tipo de lágrima, las medidas de tu ojo (córnea, curvatura, diámetro, etc.), la graduación que necesitas y otros muchos parámetros, como el aporte de oxígeno que tu ojo necesita, se seleccionará aquella lente de contacto, y la solución para su mantenimiento, que serán más cómodas para ti durante las horas de uso. Esta lente te proporcionará una mejor visión y mantendrá tus ojos sanos.
¿Te animas? Ha llegado el momento. Usa lentillas. Es un consejo de tu óptic@-optometrista.