Actualmente, gozar de una adecuada salud visual es muy fácil. Solo debemos acudir a nuestro centro de Óptica y Optometría y dejarnos aconsejar por el profesional sanitario de la visión, que nos recomendará un sistema de compensación ideal según nuestros gustos y estilo de vida, como es el caso de las lentes de contacto.

Sin embargo, no siempre ha sido así. A lo largo de la Historia hemos asistido a un gran número de descubrimientos e innovaciones para que el uso de las lentes de contacto sea tan fácil, sencillo y confortable como en nuestros días.

Leonardo Da Vinci fue la primera persona que observó que, al contacto con el agua, la visión del ojo se modificaba. Con el paso de los años, ya en el siglo XVII, esta premisa fue utilizada por el filósofo René Descartes, que desarrolló un pequeño prototipo con agua en su interior y una curvatura similar a la de la córnea, que permitía cambiar la forma de la visión al mirar en su interior.

Leonardo Da Vinci fue el primer investigador en pensar acerca de un dispositivo de modificación de la visión

Avanzamos en la Historia y a finales de la década de 1880 comenzamos a tener los primeros prototipos más cercanos a lo que conocemos actualmente. Un soplador de vidrio procedente de Alemania, de apellido Müller, se inspiró en los estudios del astrónomo inglés Sir John Herschel para crear lentes para adaptarlas a la superficie de la córnea. El médico alemán Adolf Fick y el francés Edouard Kalt también unieron sus fuerzas en este ámbito, para desarrollar unas lentes de contacto de vidrio. Cubrían todo el frontal de la zona ocular, pero eran aún muy pesadas, siendo aptas para utilizarlas pocas horas debido a su incomodidad y porque no permitían el paso del oxígeno de manera adecuada. Años más tarde, el alemán Dr. L. Heine perfeccionó este sistema, desarrollando unas lentillas mucho más parecidas a las que tenemos hoy, aunque de vidrio en vez de los materiales que conocemos en la actualidad, lo que no terminaba de convencer a sus posibles usuarios.

Prototipo de lentes de contacto de vidrio del Dr. L. Heine

Los avances científicos, sobre todo en la búsqueda de materiales más livianos y confortables, siguieron desarrollándose. Fue a mitad del siglo XX cuando el científico checoslovaco Otto Wichterle, conocido como “el inventor de las lentes de contacto” desarrolló un polímero denominado HEMA y lo utilizó para crear unas lentes de contacto blandas con un mayor contenido en agua y más flexibles, lo que hacía ser más permisivo para el ojo humano.

Otto Wichterle, padre de las lentes de contacto blandas. Fuente: http://www.tresbohemes.com/2017/05/otto-wichterle-contact-lens/

Este descubrimiento fue un verdadero punto de inflexión. A partir de este material más tolerante se popularizó el uso de las lentes de contacto a nivel mundial, y sentó las bases para que científicos e investigadores pusieran su objetivo en continuar mejorándolas y para obtener un mayor número de posibilidades.

La investigación en el ámbito de las lentes de contacto ha hecho posible materiales tan adaptables al ojo humano como los que contamos en la actualidad

Lentes blandas, rígidas, permeables a los gases, desechables, especiales para usuarios con presbicia, de ortoqueratología… Gracias al excelente y continuo trabajo en este ámbito, cada vez más las lentes de contacto son el producto óptico más confortable para compensar los defectos refractivos de la población. Solo queda mirar hacia adelante para ver las nuevas posibilidades que ofrecerán a sus usuarios: lentillas para graduaciones más complicadas, inteligentes, con zoom… ¡Esperamos verlas muy pronto!

Conoce la historia de las lentes de contacto en este simpático y divertido vídeo: