Factores como la edad, ciertos hábitos diarios o incluso la predisposición genética a ciertos defectos visuales hacen que nuestra visión se vaya debilitando con el paso del tiempo. Lo ideal es intentar mantener una adecuada higiene de nuestros ojos, así como evitar ciertos comportamientos que puedan dañarlos. A continuación, ofrecemos algunos consejos que se puedan llevar a cabo sin complicaciones a diario para preservar la salud visual y prevenir posibles problemas oculares en el futuro:

  • Acude a las revisiones periódicas con el profesional de la visión al menos una vez al año o ante cualquier molestia.

  • Si en algún momento, durante la realización de alguna actividad, notas síntomas de vista cansada (como fatiga visual, visión borrosa, dificultad de enfoque…), es conveniente descansar la vista durante unos minutos y no forzarla.
  • Nuestros hábitos alimenticios influyen directamente en nuestra salud ocular. Se ha demostrado que llevando una adecuada nutrición podemos reducir el riesgo a sufrir problemas, como las cataratas. No olvides incluir en tu dieta alimentos ricos en vitaminas A, C y D, magnesio, Omega-3 y nutrientes antioxidantes.

  • Evita frotarte o tocarte los ojos con las manos sucias y no olvides lavarte las manos cada vez que vayas a manipular tus lentes de contacto.
  • Adquiere unas gafas de sol homologadas de calidad en un centro que cuente con el control sanitario del profesional de la visión para que realmente te proteja de los rayos ultravioletas y úsalas siempre que sea necesario, sea la estación que sea.
  • Oblígate a descansar la vista o a mirar a largas distancias cada vez que pases tiempo delante de pantallas como el PC, móvil, tablet… Parpadea conscientemente tras un tiempo de mantener la vista fija.

  • Mantén una adecuada higiene de tus lentillas, usando la solución de mantenimiento correspondiente y renovándola cada vez que vuelvas a guardar tus lentes de contacto en el estuche.
  • Disminuye el brillo de los dispositivos que vayas a utilizar durante varias horas al día y cuida la iluminación de tu ambiente de trabajo. No debe ser muy fuerte ni muy débil, es preferible la luz natural y, si no es posible, apuesta por una iluminación tenue.
  • Mantén tus ojos humedecidos y bien hidratados con el uso adecuado de lágrimas artificiales, sobre todo si pasas bastante tiempo delante de pantallas.

  • Intenta beber dos litros de agua diarios, que son los recomendados para mantener un buen estado de salud. Una incorrecta hidratación puede provocar un desequilibrio en el balance fisiológico del ojo, causando irritación ocular.

Como hemos visto, nuestros ojos son órganos sensibles cuya salud se puede ver perjudicada por agentes como el ambiente, los rayos UV, la contaminación o el polvo, contribuyendo a la aparición de anomalías, infecciones o sequedad del ojo entre otras. Para ello, estos consejos fáciles de cumplir te permitirán seguir con una buena salud visual.