Nuestros ojos han sido descritos por muchos como “espejos del alma”. Una simple mirada puede revelar mucho más que gestos y palabras. Simplemente, observando los ojos de aquellos a quien más queremos, podemos ser capaces de intuir si se avecina un cariñoso abrazo o una ruidosa tormenta. ¿Conocías que el pintor holandés Vincent van Gogh padecía de catarata? ¿Y que esa es la causa por la cual el color azul predominaba en sus cuadros? Aquí te contamos 5 datos que deberías saber acerca de la capacidad visual.
- ¿Sabes que todas las personas con ojos azules podrían compartir un ancestro común? De hecho, historiadores estiman que el primer homínido con esta tonalidad ocular vivió entre 6 mil y 10 mil años atrás. Antes de ese primer ser humano con esta característica, el tono de color que predominaba era el marrón similar al café.
- ¿50 sombras de Grey? El ojo humano es mucho más perceptivo de lo que podemos creer, ya que es capaz de distinguir entre 500 variaciones del color gris y un total de 10 millones de tonalidades distintas. Esto es posible gracias a que contiene 107 millones de células que son sensibles a la luz. Eso sí, esta característica no se encuentra potenciada de la misma manera en todas las personas. ¡Muchos no sois capaces de distinguir entre un rosa y un rosa salmón!
- Aunque pueda parecer que el ojo es el único órgano de nuestro cuerpo que no crece, esto no es del todo cierto. En realidad, sí lo hace, pero no tanto en comparación con otras partes de nuestro cuerpo, como la nariz, el pelo y las orejas, por ejemplo, que sí aumentan cada día y somos más conscientes de ello.
- La córnea de animal más parecida a la humana es la del tiburón. Por ello a veces se utiliza en la cirugía ocular a la hora de realizar trasplantes en personas.
- Los recién nacidos no producen lágrimas. Por sorprendente que parezca, solo son capaces de emitir el sonido del llanto (algunos con más fuerza que otros, para desesperación de sus padres), pero las lágrimas no comienzan a correr por sus mejillas hasta que tienen entre cuatro y trece semanas, aproximadamente.
La mayoría de la información que recibimos de aquello que nos rodea la captamos gracias a nuestros ojos. Por ello, es esencial cuidar uno de los atributos más preciados que nos ha regalado la naturaleza de la mejor forma posible, que es sin duda con visitas periódicas al óptico-optometrista. Recuerda que estos profesionales son los encargados de velar por nuestra salud visual y darnos las indicaciones necesarias para mantener nuestros ojos en un óptimo estado.